jueves, 10 de septiembre de 2009

Café, cine, Nietzsche y una amiga enferma gritona, en otra noche lluviosa, no tan tormentosa (dos años después)

Y entonces una idea en mi cabeza, revoloteando como una polilla a una bombilla encendida ((aunque con esta metáfora no se si la idea es la polilla o la bombilla encendida) (me agrada mas polilla que "palomilla" y bombilla que "foco")) en fin... de aquel pequeño escrito con el que inicie este blog, el cual me agrado al comenzar y sin embargo solo publique un par de entradas y lo deje empolvarse de polvos virtuales, del cual tenia tantas ganas de continuar, sin embargo, opte por leer más y continuar después, que se ha convertido en un "ahora", en ese entonces, cuestionándome ociosamente: "¿lo que es bueno para mi, es bueno para los demás?", con tres situaciones en contextos sin parentesco, al menos directamente, aunque tratare de darle un cierto sentido un poco mas delante, tratando de no forzarlo de más, y no caer en simples racionalizaciones haciendo tapaderas de mi error.

Aquella idea polillezca inquietante, es acerca del primer aquel ejemplo, la madre llevando a su hijo a la aplicación de una dolorosa inyección, la cual, lo doloroso es para el niño, en este caso un niño que tiene cierta fobia a las agujas, con su respectiva subjetividad de por medio, fantasma, fobia sintomática, desplazándose y consensándose en dicha representación, existe un saber, que posee la madre, que este caso esta justificado, o justificándose, un conocimiento acerca de cierta parte de la realidad, un tanto estructurado (si fuese el caso que la madre sea médico de profesión, biólogo, o alguna profesión afín) o simplemente por que la cartilla del seguro dice que el infante debe someterse a un determinado numero de vacunas para prevenir, el virus, o que el médico familiar, a recomendado dicha inyección, en pro de combatir algún virus que ocasiona cierto malestar.

Conocimiento que el niño desconoce, y fuera del fantasma fóbico, le dará un sentido, ya sea de agresión, o retaliación, dirigida hacia él, de aquella madre, proveedora, “suficientemente buena”, en el mejor de los casos, cómo define D. Winnicott, "¿que te he hecho yo madre? ¡para merecer semejante castigo!", podría replicar aquel infante, aludiendo al “pecho malo” de M. Klein (no me refiero a alguno de los pechos de la Sra Klein, aludiendo a que tuviera algún pecho defectuoso, si no, al teorizado en su obra, evadiendo a la problemática de si su teorización era buena o no) sin embargo, como menciona S. Freud, en aquel ensayo el cual no quería publicar, y que fue publicado, y hasta traducido sin su consentimiento, (jeje, valga la ironía) "El apremio de la vida" en "Proyecto de una psicología para neurólogos" al que esta sujeto, el ser humano, debido a aquella condición de des valides, en la que se encuentra al nacer, y a riesgo de sonar "lacaniano" de los mediocres ("al vapor") que ni a S. Freud acaban de leer, doblegando el lenguaje o haciendo juegos de palabras, la que viene a hacer valer, termina o empieza, siendo la madre, donde rodeare la conflictiva de la conformación psíquica, en donde un sujeto, se conforma como sujeto y se asume como tal (en el mejor de los casos), que deriva a una justificación del acto.

Sin embargo, en el segundo ejemplo, acerca de la ruptura amorosa, que puede o no, desencadenar un "quebranto corazonal" como denomina el profesor D. Flores al conflicto neurótico, (para evitar conflictivas llamaremos al quien propone terminar la relación Sujeto A, y al que es despechado o despachado Sujeto B) , me parece, que al ser envestido Sujeto A, con tal poder, halo o admiración idealizada, por el Sujeto B, como lo maneja S. Freud en "Psicología de las masas y análisis del Yo" en la cuestión del enamoramiento, sugestión, hipnosis y fenómenos de la masa con respecto al caudillo, por un lado el Sujeto B, se somete voluntariamente a la voluntad del Sujeto A (se pone de pechito), en donde dicho Sujeto A, asume de cierta manera este poder, y pudiera ser, que por algo que le haya aprendido a aquel "Apremio de la vida", con un malentendido de por medio, aplique esta lógica malentendida de: "Yo se lo que es mejor para ti".

Llegando al tercer ejemplo, en donde cierto país, o comunidad, arrasa con otra, (podríamos también, denominar Comunidad A y Comunidad B), que ante tal acto de agresión y sometimiento, esta vez, siendo involuntario por la Comunidad B, se hace valer por medio de su justificación, sacada de la manga o de algún libro antiguo (donde el hecho de ser el primer “Best seller”, no hace que tenga la verdad única e incuestionable), en el nombre de Dios padre, Cristo, el gran hermano, o quien quiera que este de moda en el contexto, para practicar un genocidio, guerra, o cierto tipo de conflicto masivo, (que para agregar a la ecuación, podríamos denominar "Aquel X que me respalda"(no quiero decir "Otro" por que luego se enojan los lacanianos, ya que la verdad a J. Lacan, siendo honesto, solo lo conozco por terceros), borrando casi por completo del mapa a la Comunidad B, y adaptándola a su imagen y semejanza, siendo el inverso de la ecuación propuesto en el ejemplo 2, cayendo si no es que me equivoco teóricamente, en un discurso de tipo paranoico cayendo en otra lógica malentendida de: “Yo se lo que es mejor para todos”.
De esta manera me parece, se pueden intelegir de una manera mas lógica y coherente, dichos ejemplos, que esta continuación, cabe mencionar no busca dar respuesta a la cuestión "¿Lo que es bueno para mi, es bueno para los demás?". Sin embargo, podríamos suponer, que debido a una malinterpretación de un mensaje, a priori, (enunciado por un deber, del "Apremio de la vida", (que podrá o no, asumir)) que podrá ser transmitido, con sus respectivas deficiencias de comunicación, como el juego infantil "El teléfono descompuesto", para dar a posteriori, un mensaje deformado, con la creencia, de ser una verdad absoluta emitida por Aquel X que me respalda, o por el ceder aquel poder a un Sujeto A, que dice poseer el saber, de que es bueno para el mismo Sujeto A, y para el Sujeto B.

Cabe mencionar el agradecimiento, acerca del trabajo realizado en el Grupo operativo, Coordinado por el Profesor Rodolfo Álvarez, del artículo, “¿Entendiendo el malentendido?” de Horacio Foladori.

Para terminar, y justificar el por qué del título de esta publicación, me permitiré citar a F. Nietzsche, proveniente de "Cómo se filosofa a martillazos": "Nosotros negamos a Dios y, al hacerlo, negamos la responsabilidad, sólo así redimimos al mundo."

1 comentario:

Patricia dijo...

Es la primera vez que reviso este Blog, no se aún porque mi atención se didirigió al titulo de éste texto. Los ejemplos reltados abordan situaciones con las que estamos en contacto día a día, es algo tan común que se vuelve invisible, incuestionable, tan desapercibido, tan inocente, que no puedo evitar pensar en la lógica de las instituciones. Esos lugares, físicos o simbólicos, en cuya realidad se cuelan normas, las cuales "pos supuesto" se implementan por "bien" de la vida Institucional. Con esto no quiero sonar radical, es innegable que en algunas de ellas sirven para estructurar procesos de producción y meteodologías, pero ¿qué sucede cuando este "supuesto producto" son personas? ¿qué se puede esperar de las Istutuciones educativas en las cuales la subjetividad se cuela muy a pesar de las Normas? Lo interesante es que estas Normas, son impuestas por el "bien" del ahora cliente...Cambiar esta realidad es algo que suena inalcanzable, a lo que podemos acceder y aspirar es a reconocerla, hacerla visible y cuestionable...