sábado, 16 de enero de 2010

Reincidencia causal a posteriori en favor de una metodología trascendental

Algo tarde al inicio del año, de regreso al teclado, aprovechando, aprovechándome, siendo aprovechado por estos instrumentos tecnológicos, que hasta no haberme sentado a escribir cartas por correo postal no había resentido o sentido, (resentido me quede conmigo mismo) la falta de la escritura, sin embargo ha ido reactivándose poco a poco.


Reincidiendo en este otro medio, de espacio virtual público, acerca del escrito anterior, que en poco tiempo, si más, no he cambiado tanto de opinión, creo que podría aclarar mi punto de vista y ampliarlo un poco más, a causa, de las escasas pero contundentes y apreciadas críticas que recibió aquella opinión escrita.


Comenzando con ese aire de idealismo catastrófico, que me parece carga en aquellas vagas palabras, aclarando que si bien el concepto de ciencia aboga por ser tan concreto, se confunde, se entremezcla, se evapora y termina por que no existe como objeto concreto susceptible a ser percibido y conceptualizado, o por ser gobernado, impuesto y manipulado por aquellas instancias políticas, que poco les importa la seriedad de la razón o el conocimiento, o bueno, solo cuando amerite un incremento en el capital, o en la deuda del asalariado.


Si vaya existe un concepto de ciencia bastante positivista arraigado ahora al sistema educativo, cosa que me recuerda un pasaje mientras estudiaba la licenciatura en psicología, ese forzado método científico, en donde en mi lógica no cabía como era aplicado a la subjetividad humana, y en ese momento hasta me sentía mal de no poder entender como aquellas variables dependientes e “independientes”, darían una explicación al comportamiento, razón, pensamiento, sentimiento, etc. observando, realizando hipótesis, “comprobando” y forzando conclusiones, reduciendo la investigación, a comparativos estadísticos, aplicando descontextualizadamente los resultados, que por si fuera poco, recité un libro al frente de unos inocentes “estudiantes”, bueno, siendo optimistas, mitad alumnos obligados a estudiar una profesión y mitad estudiantes, en una carrera técnica de enfermería, en donde, me pagaban por exponer una clase de investigación. Una de esas cosas que uno se arrepiente, pero bueno, errores de los que uno aprende. Exponiendo de memoria algo con lo que me encuentro en desacuerdo, en un principio intelectualmente, y en segundo término, emocionalmente, acudiendo a Kant, en desacuerdo con una lógica de la apariencia. División de la lógica general en analítica y dialéctica; Lógica trascendental; Crítica de la razón pura. (mis disculpas a esta pobre referencia bibliográfica, pero seguro la encuentran y si no le sacan la vuelta a Kant hasta podrían refutar, criticar o estar de acuerdo, no pensaba agregarla, pero me sirve como justificación del título que me parece muy bueno)


Si bien no me dispongo a entrar en terrenos epistemológicos psicoanalíticos en el presente escrito, en donde sería entrar también con las limitaciones de la teoría psicoanalítica, además de tener que servirnos de otras teorías, para contrastar, identificar puntos en relación y en el mejor de los casos poder complementar principios de funcionamientos psicológicos, ya sea individual, social, fisiológicamente, etc. (aclarando que también me encuentro sujeto a huecos de ignorancia en dicho campo).


O bien no caer en un que hacer artístico solamente, que para eso esta la sensibilidad de los artistas literarios, de artes plásticas y demás, que si bien, uno puede no limitarse a un quehacer intelectual y ampliar sus campos a terrenos artísticos, mas no mezclar solo por capricho, refiriéndome a asuntos concernientes al alma humana, en donde si bien mucho lo han intuido los artistas, no llega a una teorización, sin dejar, el aprecio de los teóricos por dichas obras. Este punto se me impone a frases como: “Es que eso que dijo (Freud, Lacan, Klein, Kant, Schopenhauer, Nietzsche, etc.) ya lo había propuesto tal o cual escritor”, y vale que si, pero no lo asimilo y construyó un sistema que busque dar explicación a dicho fenómeno del alma humana apegándose a una metodología. Además de otras premisas como, “El quehacer del psicoanalista es un arte”, o premisas Lacanianas como, “Solo hay que pasar por un proceso psicoanalítico para ser psicoanalista”, que si bien yo no se si eso dijo Lacan, así es parafraseado, si la experiencia clínica psicoanalítica implica un encuentro en la subjetividad, semejante al del encuentro estético me parece que lo así se lo he escuchado a los lacanianos, vaya que hay aún mas, agregando la ética en psicoanálisis y la teorización psicoanalítica. Claro, la escucha de otro es muy susceptible a un cambio en el sujeto que emite su discurso, no hace falta ser psicoanalista para que ocurran cambios en la subjetividad humana.


Después de haber dado un giro o mas bien oscilar entre cuestiones científicas, epistemológicas, sociales, psicológicas y mas en concreto psicoanalíticas, no anhelo por un solo saber científico, que releyéndome, me parece que apunto a una diversidad y delimitación de los campos del saber y una justificación de los mismos, así como de la psicología, que si bien el conocimiento trata de estar en constante movimiento, levantando barreras y traspasando límites del conocimiento, con y por esas sutilezas del alma humana de ir mas allá, ya que de lo contrario caeríamos en ese andar en círculos o recitar a manera de ritual religioso mitificando autores y demás. Y bien siempre habrá charlatanes que traten de hacer trampa intelectual, y en el mejor de los casos genios incomprendidos que pasen desapercibidos y sean arrojados a la hoguera por contradecir lo establecido. Mi optimismo me deja a la esperanza que nuestros prejuicios no nos dejen sordos a la voz de la razón y al sujeto que emita dicho mensaje.


Por último dejare este monumento, a la apreciación e interpretación, y que la hermenéutica se haga cargo de la óptima interpretación de estos pensamientos.

2 comentarios:

Hacha sin filo dijo...

Pues en efecto, me parece sabio el dejar a la hermenéutica la formulación del futuro discurso de tu divagación sobre la metodología trascendental que, inevitablemente, tenía que pasar por la epistemología y la "filología" sobre la ciencia "formal"... o mejor dicho, sobre el método científico.

Y ahora, con lo que llevas de la maestría ¿Qué opinas sobre la forma de aplicar el método científico tal cual a la investigación psicoanalítica????

Un abrazo

ElGreenGarden dijo...

Los hermeneutas no salvamos al mundo, lo interpretamos desde sus interpretaciones (delirio non plus ultra), ja ¿y cuándo regresas formalmente al teclado? Slds!